Borré las paredes de las pintas | Entrevista a Diana Cano

2020-08-20

Por Lucía Alegría y Luciana Demichelis

El trabajo de Diana Cano se centra en la reconfiguración del error como recurso creativo, la memoria como detonante y la percepción del color.

Durante las protestas feministas realizadas desde 2019, el gobierno de la CDMX, el Estado de México e incluso instituciones como la UNAM, han retirado las pintas realizadas por mujeres donde se muestran denuncias sobre la situación de violencia de género por la que el país atraviesa. El argumento para retirarlas es enunciar el daño a los inmuebles: estatuas, monumentos y edificios, priorizando el daño a éstos por encima de la indignación de miles de mujeres. Este ejercicio se centra en la acción de invertir entre lo que se elige quitar y lo que se queda.

Este proyecto de Diana se llama Borré las paredes de las pintas y alude a una elección entre lo que se muestra a partir de la acción de borrar.

Entiende el gesto de borrar como un acto político.

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Consideramos a la serie como universal, en nuestro país sucede exactamente lo mismo con las pintadas en la calle. ¿Cómo fue el momento en que decidiste realizar esta serie?

Desde hace varios años, en México han ido creciendo y siendo más violentos los casos de violencia de género. Para el mes de agosto del 2019, hubo dos marchas muy significativas donde condenaron tajantemente las pintas en el espacio público y esa fue la prioridad de los medios de comunicación y del gobierno de la Ciudad de México. Participé en una de esas marchas junto con una amiga, y sentíamos mucho cansancio y enojo por todo lo que provocaban los reclamos, ese día vimos vidrios rotos y pintas hechas por las compañeras, era tarde. Al día siguiente me tocaba ir a trabajar y pasé por donde habían sido las protestas, me impactó mucho ver que el sitio había sido limpiado a una velocidad increíble, me pareció sumamente violenta la idea de borrar con urgencia estos espacios, como si no hubiera habido miles de mujeres manifestándose el día anterior. Esa sensación de enojo al ver borradas las pintas me acompañó en las siguientes marchas que asistí, en las notas que revisaba de periódicos, una y otra vez repitiendo casos de violencia de género. Hasta que decidí hacer algo con el registro de pintas que había tomado. La idea de presentar solo las pintas parte de una posición frente a esta problemática, elegir que se queda en la fotografía a partir de la acción de borrar.

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Queremos conocer cómo fue tu búsqueda dentro de este tema. Vimos unas pruebas con filtros rojos... ¿cómo fue eso?

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El proyecto de "Borré las paredes de las pintas" se desprende del proyecto de los filtros que se titula "La urgencia de borrar", en este último (que sigue en proceso) buscó emular el borrado inmediato que hacen las autoridades, los filtros anulan el color de las pintas que se encuentran en las fotografías, éstos funcionan como un intermediario de esta acción (la del borrado) pero la pinta permanece en la imagen, de la misma forma que los feminicidios y la violencia hacia la mujer, que ahí siguen sin solucionarse. La búsqueda de este tema va de la mano del intentar posicionarnos en otros sitios que no hemos experimentado, ver otras posibilidades más allá de la postura "oficial" que se promueve en medios de comunicación principalmente.

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Queríamos consultarte por el panorama actual en cuánto a mujeres y disidencias y varones cisgénero en la fotografía. Sentís que aún hoy estos últimos tienen un lugar de privilegio?

Pfff, parecería que las mujeres vamos ganando terreno en el campo del arte y la fotografía, pero aún falta; vamos abriendo espacios y generando oportunidades poco a poco. Hace no mucho, consultaba las estadísticas de una plataforma de foto (aquí en México) y me sorprendió mucho ver que la participación de hombres sigue pesando más, si bien sí hay programas que dedican una parte en estímulos y difusión al trabajo de mujeres fotógrafas y artistas, me da la impresión de que son los menos o que muchos de éstos son creados de manera alternativa por otras creadoras, lo cual no está mal, resulta esperanzador que haya más plataformas interesadas en impulsarnos.

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¿Cómo ves actualmente a la fotografía mexicana? ¿Y a la latinoamericana?

La fotografía mexicana tiene un panorama amplio, hay muchas maneras en las que fotógrafas y fotógrafos se van acercando a hablar de temas que les aquejan, más allá de la práctica documental, sino explorando con otras metodologías. Lo que me ha llamado mucho la atención es que cada vez más surgen colectivas de mujeres (sobre todo más jóvenes y emergentes) donde buscan abrir espacios o vincularse de diferentes maneras con medios impresos y virtuales, las chavas van jalando más y compartiendo entre ellas, cosa que hasta hace unos años no sucedía mucho. Hace poco, en una conferencia en línea escuchaba a Imprudencia colectiva, una colectiva de mujeres fotógrafas desde el Salvador que exponían sus inquietudes del ser mujeres centroamericanas, me parecía un intercambio muy interesante sobre su posición como mujeres creadoras frente a posturas de cómo son vistas desde el extranjero. Creo que es muy importante tratar de voltear a ver la producción fotográfica latina, más en estos tiempos. Existen proyectos interesantes que nos están hablando desde el sur y centroamérica y que en ocasiones quedan muy focalizados o son muy locales aún. Por ahora el panorama parece alentador, con vías de intercambio entre diferentes territorios de latinoamérica.

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¿Un consejo para una joven fotógrafa a otra joven fotógrafa, desde tu experiencia?

No dejen de crear, busquen los medios para que lo que están haciendo llegue a más personas. Crean en su trabajo, generen redes y espacios que les permitan apoyar y apoyarse de otras creadoras. Lo que tienen que decir es importante.

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Diana Cano (1988)

Originaria de Ecatepec, Estado de México. Cursó la licenciatura en sociología (FES-A, UNAM, 2007) y la maestría en Artes Visuales con enfoque en Estudios de la Imagen (PAD-UNAM, 2016). Inició sus estudios artísticos en Gimnasio de Arte y Cultura (2013). Cursó el Seminario de Producción Fotográfica del Centro de la Imagen (SPF, 2016) bajo la tutoría de Verónica Gerber Bicceci. Su obra fue seleccionada en la Bienal de ARTEMERGENTE de Monterrey (2019) y en la XI Bienal de Puebla de los Ángeles (2017), obteniendo el tercer premio de adquisición. Sus piezas han sido expuestas en el Centro de la Imagen, Museo de Arte Carrillo Gil, MUCA-Roma, CONARTE, Centro Cultural Brasil-México, Faro Tláhuac, Centro de Cultura Digital, entre otros. Su trabajo forma parte de plataformas digitales como Panorama Fotográfico, PICS, Mal d3 ojo y Letras explícitas. Su trabajo se centra en la reconfiguración del error como recurso creativo, la memoria como detonante y la percepción del color. Actualmente se desempeña como docente de artes e instructora de fotografía en la Escuela Activa de Fotografía y Gimnasio de Arte y Cultura.

https://dianaecano.com